martes, 28 de enero de 2014

LA MUERTE DE IFIGENIA

Después de haber visualizado la película Helena de Troya, dirigida por John Kent Harrison, que discrepa de la historia clásica me dispongo a explicar una escena en la cual lo presentado difiere a grandes rasgos de la versión mitológica... La muerte de Ifigenia.
Ifigenia era la hija mayor de Agamenón y Clitemestra y, por tanto, sobrina de Helena, cuyo rapto provocó la Guerra de Troya. En el momento en que los griegos, encabezados por Agamenón, se disponían a partir del puerto de Áulide, les resultaba imposible hacerse a la mar porque no soplaba el viento. Ártemis era la causante debido a su enfado con Agamenón. Para que cambiara el viento la diosa exigía el sacrificio de Ifigenia. El rey atosigado por su hermano Menelao, entre otros, mandó llamar a su mujer e hija desde Micenas con el supuesto propósito de casar a su descendiente con Aquiles antes de partir hacia Troya. Cuando Ifigenia descubrió la verdadera razón de la llamada, se resignó a morir por la gloria de los griegos. En el momento en que el verdugo desenvainó la espada y se colocó detrás de Ifigenia, una cierva entró en el templo y se posó a los pies de la estatua de la diosa. Entonces el sacerdote dedujo que se trataba de un deseo de la diosa Ártemis: la cierva debía ser sacrificada en lugar de Ifigenia. En el mismo instante en que el verdugo atravesó la yugular del animal, por primera vez en muchos días empezó a oírse el oleaje del mar.

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