Fue
un santuario para realizar consultas a los dioses, pero principalmente
al dios Apolo.
Está situado en Grecia, en la actual villa de Delfos, al pie del monte Parnaso. La mitología y la leyenda cuentan que en este monte, cerca de las fuentes que allí formaban los manantiales de dicho lugar, se reunían algunas divinidades y las musas junto a las ninfas de las fuentes.
Está situado en Grecia, en la actual villa de Delfos, al pie del monte Parnaso. La mitología y la leyenda cuentan que en este monte, cerca de las fuentes que allí formaban los manantiales de dicho lugar, se reunían algunas divinidades y las musas junto a las ninfas de las fuentes.
Una
parte de la antigua región Fócida, que se encuentra al pie del
monte Parnaso, tenía el topónimo de Pito, en griego Πυθω. Por este motivo este lugar es conocido como Delfos, o Pyto. Este nombre fue
tomado de la serpiente Pitón que mató el dios Apolo para apoderarse
de la sabiduría y para presidir el oráculo. Apolo guardó las
cenizas en un sarcófago y entonces fundó en su honor unos juegos fúnebres
llamados Juegos Píticos. Este sarcófago, según la
leyenda, se hallaba bajo el ónfalos, una piedra cuyo nombre
significaba “ombligo del mundo”, que se hallaba en el
interior más profundo del templo de Apolo, y por eso ese lugar era
considerado el centro exacto de la Tierra.
Junto
al ónfalos se situaba el trípode sobre el que se sentaba la
sacerdotisa. Ésta recibió el nombre de “Pitia” o “Pitonisa”.
Primero la Pitonisa era elegida entre las jóvenes vírgenes nacidas
en Delfos, si bien posteriormente solo podrían acceder a este cargo
las mujeres mayores de 50 años, que tenían obligada la abstinencia
sexual. La Pitonisa tenía varios métodos para comunicarse con el
dios. Uno de ellos era masticar hojas de laurel y sentarse en el
trípode, dónde había una grieta por la que salían vapores que la
sacerdotisa inhalaba.
Entonces, la Pitonisa transmitía a un sacerdote lo que el dios Apolo supuestamente le
decía. Este sacerdote hacía de intermediario entre la Pitia y el
peticionario. Los peticionarios podían preguntar cualquier cosa
importante para ellos mismos o para la comunidad a la que representaban. Las respuestas que
daba la sacerdotisa eran generalmente ambiguas y se atribuía un
error de interpretación cuando las cosas no salían como se esperaba.
El
santuario de Delfos, hasta el siglo VI a.C., funcionaba solo un día
al año, en el que se celebraba el nacimiento de Apolo, pero a causa de la
gran cantidad de gente que acudía allí se amplió al séptimo día
de cada mes. Pero poco a poco fue perdiendo su popularidad. Sobre el
año 390 d.C. Teodosio instituyó el cristianismo, y se propuso
acabar con todos los ídolos del paganismo, entonces el santuario fue
clausurado.
Desconocía bastantes detalles sobre este famoso oráculo que se encuentran explicados en este post. Como por ejemplo lo de que divinidades y ninfas se reunieran en los manantiales de allí. Sigue así, hermanita.
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