lunes, 21 de octubre de 2013

EL ORÁCULO DE DELFOS


Fue un santuario para realizar consultas a los dioses, pero principalmente al dios Apolo
Está situado en Grecia, en la actual villa de Delfos, al pie del monte Parnaso. La mitología y la leyenda cuentan que en este monte, cerca de las fuentes que allí formaban los manantiales de dicho lugar, se reunían algunas divinidades y las musas junto a las ninfas de las fuentes.

Una parte de la antigua región Fócida, que se encuentra al pie del monte Parnaso, tenía el topónimo de Pito, en griego Πυθω. Por este motivo este lugar es conocido como Delfos, o Pyto. Este nombre fue tomado de la serpiente Pitón que mató el dios Apolo para apoderarse de la sabiduría y para presidir el oráculo. Apolo guardó las cenizas en un sarcófago y entonces fundó en su honor unos juegos fúnebres llamados Juegos Píticos. Este sarcófago, según la leyenda, se hallaba bajo el ónfalos, una piedra cuyo nombre significaba “ombligo del mundo”, que se hallaba en el interior más profundo del templo de Apolo, y por eso ese lugar era considerado el centro exacto de la Tierra.

Junto al ónfalos se situaba el trípode sobre el que se sentaba la sacerdotisa. Ésta recibió el nombre de “Pitia” o “Pitonisa”. Primero la Pitonisa era elegida entre las jóvenes vírgenes nacidas en Delfos, si bien  posteriormente solo podrían acceder a este cargo las mujeres mayores de 50 años, que tenían obligada la abstinencia sexual. La Pitonisa tenía varios métodos para comunicarse con el dios. Uno de ellos era masticar hojas de laurel y sentarse en el trípode, dónde había una grieta por la que salían vapores que la sacerdotisa inhalaba.

Entonces, la Pitonisa transmitía a un sacerdote lo que el dios Apolo supuestamente le decía. Este sacerdote hacía de intermediario entre la Pitia y el peticionario. Los peticionarios podían preguntar cualquier cosa importante para ellos mismos o para la comunidad a la que representaban. Las respuestas que daba la sacerdotisa eran generalmente ambiguas y se atribuía un error de interpretación cuando las cosas no salían como se esperaba.

El santuario de Delfos, hasta el siglo VI a.C., funcionaba solo un día al año, en el que se celebraba el nacimiento de Apolo, pero a causa de la gran cantidad de gente que acudía allí se amplió al séptimo día de cada mes. Pero poco a poco fue perdiendo su popularidad. Sobre el año 390 d.C. Teodosio instituyó el cristianismo, y se propuso acabar con todos los ídolos del paganismo, entonces el santuario fue clausurado.



1 comentario:

  1. Desconocía bastantes detalles sobre este famoso oráculo que se encuentran explicados en este post. Como por ejemplo lo de que divinidades y ninfas se reunieran en los manantiales de allí. Sigue así, hermanita.

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