martes, 8 de octubre de 2013

MELPÓMENE


Salvete! Mi nombre es Melpómene.
Se me atribuye la tragedia y no soy una musa cualquiera. Soy cantante.
Hablando de cantar. Todos conocéis la fama que tienen las sirenas, ¿no? Uno de los atributos que les da tanta fama es su hermosa voz. ¿Y cómo no iba a ser así, si son hijas mías? Obviamente, mis atributos musicales son tan magníficos que los han heredado mis descendientes.
Ellas son unos genios marinos, mitad mujer, mitad ave. Su padre es el dios-río Aqueloo.
Pero tengo más hijos. Por ejemplo Tamiris. Es muy hermoso.
Ya lo habreis supuesto, pero, lo digo igual: destaca en el arte del canto y de la lira, que le enseñó el propio Lino. A veces es considerado maestro de Homero.
Mi hijo Tamiris intentó rivalizar con mis hermanas y conmigo.¡Qué descaro! Nos enfadó mucho esta insolencia. Este hijo mio... De verdad que no sé de dónde habrá sacado ese carácter. De mí seguro que no. Será cosa de su padre.
Pues, para darle una lección le cegamos y le privamos de su voz. Entiendo que el quisiera formar parte de nosotras. Puesto que somos fabulosas. Pero, eso fue una barbaridad. Él no nos llega ni a los talones. Ni él ni ningún mortal.

6 comentarios:

  1. ¡Hola Melpómene!

    Me parece interesante que tus hijos hayan heredado tus atributos musicales, tanto tus hijas las sirenas, como tu hijo Támiris. Puede ser que el intento de rivalizar con tus hermanas, venga del complejo de Edipo. Pero, de todos modos, no creo que debieras cegarlo y menos privarle de su hermosa voz. Espero que no tengas más problemas con él.

    ResponderEliminar
  2. Es chocante mi percepción sobre las sirenas; tenía entendido que se trataba de personajes acuáticos como por ejemplo "la sirenita". Gracias a tu post he averiguado que las primeras sirenas eran una mezcla de las mujeres y las aves.

    ResponderEliminar
  3. Hermanita, ¿Tú también eres madre de mis sobrinas, las sirenas? ¿Cómo es posible? Y eso de la bella voz... la ducha no opina lo mismo...

    ResponderEliminar
  4. Erato, es que se lo merecía. ¿Cómo osa considerarse semejante o superior a nosotras? Estaba en mi deber como madre la obligación de castigar tal ofensa

    ResponderEliminar
  5. Hermana Urania, me alegra haber hecho que conozcas algo más :)

    ResponderEliminar
  6. Polimnia.. Cómo te pasas conmigo.. Si son mis hijas lo son, no hay cosa alguna que dudar al respecto. Y sobre lo del tema de la voz, no hay duda que mi voz es hermosa. Me parece vislumbrar un poco de celos en tus palabras.

    ResponderEliminar